Cuando salimos a improvisar, no tenemos ni idea de lo que vamos a hacer. Es cierto, no hay nada preparado y el motor que te dan muchas veces te deja más en blanco aún. De repente te viene algo a la cabeza y haces una propuesta, en muchos casos gestual. Por ejemplo, quieres plantear en escena que estás con tu amigo en un bar y te colocas con el codo en una barra imaginaria. Sin embargo, tu compañero, sin darse cuenta de eso, agarra una silla y se sienta delante de un ordenador proponiendo que estáis en una oficina mientras empieza a quejarse de lo agobiado que anda con el proyecto que tenéis entre manos.

Tú, en ese momento, tienes dos opciones, cagarte en su puta madre y decirle que se deje de hacer el imbécil. Y después le dices que se pida una caña, comentándole que está mal de la cabeza porque no está en la oficina. Esta negación generaría un momento muy chancro, pese a que alguien seguro que se reiría (porque el público en general, y no hablo de vosotros claro, es bastante simple y eso se demuestra viendo los gustos más populares).

La otra opción es aceptar la propuesta del compañero, por mucho que tuvieses una historia impresionante en tu cabeza y trasladarte a la oficina, a empezar otra completamente nueva. Puedes jugar el error, remarcando tu postura de apoyo en la barra, y aprovechar para justificarla, por ejemplo, cogiendo un personaje tocapelotas, que lo único que hace es darse paseíllos por la oficina sin hacer ni el huevo (fijo que alguno habréis coincidido en vuestra vida con alguno de estos).

Este señor llamado Graham Chapman, se pasó su vida aceptando.

Este señor llamado Graham Chapman, se pasó su vida aceptando.

Lo importante en Impro, para que las escenas queden limpias, es no ignorar las propuestas de los demás. Coger el contexto que crean tus compañeros y traer algo nuevo. Eso que en Impro nos toca hacer muy a menudo, que es adaptarnos a la realidad que ha marcado un compañero en la vida real, resulta más complicado. En nuestro día a día, tenemos nuestras propuestas o expectativas en la cabeza y una idea de lo que más nos gusta, pero es difícil adaptarse a los inconvenientes, cambios, bloqueos, accidentes o simplemente al hecho de que no pase lo que estamos deseando que pase. La vida no sigue el guión que nos gustaría. La gente no nos da a menudo lo que esperamos de ellos. Esto nos provoca frustraciones, enfados, estrés o tristeza.

Un ejemplo de aceptación clásico, y como adaptarse al absurdo. Graham Chapman en el sketch de la entrevista de trabajo de los Monty Python.

Si tu chico o chica te ha puesto los cuernos, y te enteras, puedes hacer un O.J Simpson, matando a tu pareja y a su amante. Esto desde un punto de vista dramático es muy interesante, sin embargo no es una opción demasiado inteligente. La otra opción que tienes es entender la situación y empezar a vivir con ella. Quien más, quien menos, va rasgando los techos de las habitaciones donde entra, y ha seguido con su vida pese al disgusto inicial y sin necesidad de pegarle dos tiros al infiel de turno, que es más fino que decir zorra o astuto (equivalente absurdo de zorro). Aceptar la realidad, en este caso, te puede llevar a vivir una vida mejor sin esta persona, entender lo que has hecho mal (que también puede ser) y, sobre todo, ahorrarte mucho dinero en abogados para evitar la silla eléctrica y/u/o inyección letal (saludos a nuestros lectores de Texas)

Si tu jefe te está puteando todo el día, sus motivos tendrá. Mal sexo, complejo de inferioridad, una infancia difícil y complicada, envidia, ganas de frenar tu talento desbordante. Lo que sea, pero evita de nuevo el asesinato (aprovecho para desaconsejar encarecidamente la comedia Horrible Bosses/Cómo Acabar Con Tu Jefe…malísima pese a andar por allí mi amigo Kevin Spacey). Lo más sensato es entender qué le mueve a ser tan cabrón, pillarle el truco o quizás empezar a mover tu curriculum por donde sea, si ves que las cosas no van a mejorar.

Cuando entiendes que alguien es gilipollas, o que simplemente tiene muchos problemas para cambiar de opinión, pasas a tener un estatus superior al suyo, por mucho que te grite, te contradiga o te humille. Es como tener un superpoder de independencia, que si sabes utilizar, te permitirá darle la vuelta a la situación. Evidentemente los cuernos no te los quita nadie, o tu jefe ganará más que tú pese a ser un gañán, pero te la resbalará bastante.

Tomese esto cuando lo necesite, no provoca sobredosis.

Tómese esto cuando lo necesite, no hay riesgo de sobredosis.

Otra veces, muchísimas, los gilipollas somos nosotros mismos. Si lo entiendes, y haces cosas para cambiarlo, reconocer tus errores y mejorar como persona, la vida será bastante mejor, para ti y para los demás.

Aceptar los hechos, es el primer paso para intentar conseguir el objetivo que quieres. La primera escena de The Newsroom, es un gran ejemplo de como Will McAvoy expone los hechos de porque Estados Unidos ya no es el mejor país del mundo. “First step in solving any problem is recognizing there is one”. Un personajazo, Will McAvoy (aunque poco creíble, nadie es tan listo), y una primera temporada muy recomendable.

¿Qué es lo que te cabrea? ¿Qué te está generando una ansiedad que te cagas? ¿Qué es lo que te desespera no poder conseguir? ¿Qué te pone triste? Párate un momento, da un paso hacia atrás. Respira. Y acepta. Aceptar la nueva realidad es complicado. En muchos casos no vas a poder y vas a seguir igual, pero el intentarlo, es un primer paso. Estar preparado para perder, o para saber que la gente no te va a responder como te gustaría, es la mejor manera de llegar al objetivo sin sufrir como un perro en el camino.

“La vida es equilibrar, no estar en equilibrio” (Alan Watts, The Wisdom of Insecurity). Todo lo que tenemos alrededor está en constante movimiento y no podemos controlarlo. Lo ideal es que seas capaz de llevar bien todos los cambios, las situaciones a las que nos tenemos que enfrentar y, sobre todo, las cosas que no suceden como esperamos o como nos gustaría.

Hay que saber llevar la inseguridad. Tener todo controlado mola, pero es difícil que pase, y sobre todo que se mantenga. Siempre nos suceden cosas que no esperamos. Ser consciente de que va a haber cambios de guión (el que tenga el guión de esto que avise, que seguro que podemos hacer pasta con él) nos hace perderles el miedo y saber reaccionar con más tranquilidad.

Resumiendo, asume lo que hay y mira siempre las cosas de forma constructiva a partir de los hechos. Siempre van a salir oportunidades. Ya lo decía esta gente.


Life’s a piece of shit, when you look at it..pero luego tiene momentos acojonantes.